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Servicio del Defensor del Profesor

El Defensor del Profesor nació en la Comunidad de Madrid en 2005, con el fin de prestar apoyo profesional, jurídico y sindical inmediato, en los casos de acoso y violencia hacia profesores.

Es de lamentar que, tras casi dos décadas de su creación, este servicio, una institución privada, deba seguir desempeñando no solo estas funciones sino además la de alertar a la sociedad sobre los problemas que encuentran los docentes para desarrollar su labor y las consecuencias de estos sobre su estado anímico y psicológico, y que la Administración no asuma su responsabilidad ni ponga los medios para medir fehacientemente la verdadera dimensión de los riesgos psicosociales o psicolaborales del profesorado ni el estado de la convivencia en los centros, cuestiones ambas en relación directa.

Las peticiones de ayuda y actuaciones remitidas a este servicio son tratadas de forma individual y se da respuesta a las cuestiones planteadas, siempre con profesionalidad, seriedad y comprensión.

Las denuncias son atendidas por un equipo de especialistas que apoyan, asesoran y orientan, ofreciendo una respuesta adecuada a cada incidencia y acompañando al afectado a lo largo de todo el proceso.

 

¿Cómo actúa el Defensor del Profesor?

 

  • Escucha.
    Antes de actuar hay que conocer la problemática. Los integrantes del equipo del Defensor del Profesor atienden personalmente las denuncias que reciben y respetan en todo momento el anonimato.
  • Evalúa.
    Los profesionales del Defensor del Profesor analizan cada caso y estudian las posibles vías de actuación. El objetivo es hallar la alternativa que ofrezca las mejores garantías para el docente afectado.
  • Ofrece una respuesta.
    El Defensor del Profesor de ANPE-Madrid ofrece al afectado una respuesta a su caso y lo acompaña durante todo el proceso.

 

Ámbitos de actuación

 

En relación al profesorado

El trabajo que se lleva a cabo desde el Defensor del Profesor tiene cuatro ámbitos de actuación:

  • Proporcionar apoyo psicológico y jurídico, orientando al profesor en sus actuaciones ante determinados conflictos o problemas mediante las estrategias y los recursos adecuados.
  • Cursar reclamaciones y denuncias ante los órganos de la Administración.
  • Informar al profesorado de sus derechos ante determinadas situaciones.
  • Llevar a cabo actuaciones en el orden sindical.
  • Para realizar esta tarea, ANPE-Madrid cuenta con un equipo de profesionales multidisciplinar, compuesto por psicólogos, pedagogos, abogados y delegados sindicales, cuyo objetivo es la ayuda al profesorado y la mejora de su situación laboral.

En relación con la sociedad y la Administración

Nuestro servicio tiene como objetivo fundamental dar a conocer a la sociedad los problemas que aquejan a la educación, así como las dificultades a las que se enfrentan los profesores en su día a día.

La prioridad es ayudar al profesorado, siendo sus portavoces ante la Administración y la sociedad. Para ello, analizamos los datos que directamente nos proporcionan quienes contactan con nosotros, valoramos la causa de los conflictos, cada vez más complejos en la Comunidad de Madrid, y buscamos distintas posibilidades que ayuden al profesorado en el desempeño de su labor docente.

Gracias a nuestras propuestas desde ANPE-Madrid y a nuestra insistencia, la Administración dio luz verde al Decreto 15/2007, de 19 de abril, por el que se establece el marco regulador de la convivencia en los centros docentes de la Comunidad de Madrid, que ha producido una mejora en la deteriorada situación de los centros, en beneficio del profesorado. Este Decreto de Convivencia está vigente a día de hoy y marca un antes y un después en el desempeño de la función docente, junto con la aprobación de la Ley 2/2010, de 15 de junio, de Autoridad del Profesor en la Comunidad de Madrid.

 

El Defensor del Profesor y la convivencia escolar

 

Aunque en general la convivencia escolar ha mejorado desde 2007, por la aplicación del Decreto que establece el marco regulador de la convivencia en los centros docentes de Madrid y la Ley de Autoridad del Profesor, muchos problemas que llegan al Defensor del Profesor tienen que ver con esta cuestión.

La convivencia escolar debe sustentarse, al menos, sobre estas bases:

  • Todos los miembros de la comunidad educativa tienen derecho a ser tratados con consideración, dignidad y respeto.
  • Las conductas de maltrato verbal, físico o psicológico deben considerarse inaceptables.
  • Los centros docentes deben ser entornos saludables y libres de violencia.
  • El respeto a los demás debe reconocerse como el valor y pilar fundamental de la convivencia.
  • Las normas sirven para regular la convivencia en la escuela y en la sociedad, y su cumplimiento garantiza el derecho a la integridad física y moral y el derecho a la educación.
  • La mejora de la convivencia escolar y el respeto al profesor son la clave para asegurar una educación efectiva y de calidad.
  • Prioridad en la atención y protección a las víctimas de acoso y actos violentos.
  • Tolerancia cero para las conductas violentas.
  • Asimismo, el Defensor del Profesor señala como urgentes las siguientes actuaciones:
    • Detectar, prevenir y corregir las conductas contrarias a las normas de convivencia y los daños que puedan derivarse de las mismas.
    • Evaluación periódica de las conductas de acoso y violencia escolar entre alumnos, mediante técnicas sociométricas.
    • Evaluación periódica de los riesgos psicosociales de los docentes (estrés, ansiedad, mobbing, acoso, violencia escolar psicológica, síndrome del burnout o “profesor quemado”, etc.
    • Adopción de medidas para suprimir o reducir dichos riesgos y no desencadenar el efecto señal o la victimización secundaria (búsqueda en la víctima de la explicación del maltrato).
    • ANPE-Madrid considera que el mejor sistema educativo es el que permite construir una sociedad más justa y las condiciones en que se desarrollan los procesos son claves. De ahí el compromiso activo de toda la organización, y en particular del Defensor del Profesor, en la mejora de la convivencia escolar y de las condiciones en que los profesores imparten docencia.

Por tanto, seguimos exigiendo a la Administración educativa:

  • Cumplir y hacer cumplir los decretos de convivencia, así como las normas de conducta establecidas en los centros.
  • Desarrollar en todas las comunidades autónomas el artículo 124 de la LOMCE, que recoge la consideración de autoridad pública de los docentes.
  • Garantizar la debida protección jurídica al profesorado, así como la cobertura de la responsabilidad civil, en relación con los hechos que deriven de su ejercicio profesional.
  • Asistencia psicológica a los profesores y reconocimiento de las enfermedades profesionales de los docentes.
  • Facilitar formación inicial y continua específica, bajo demanda, para el profesorado en temas de convivencia escolar.
  • Es imprescindible que la Administración se implique en concienciar a los padres sobre su tarea educativa y la colaboración estrecha con el centro docente, así como la puesta en marcha de un plan de mejora de la convivencia escolar que incluya el desarrollo reglamentario de la autoridad del profesor, un programa de prevención del acoso escolar que contemple la aceleración de los protocolos de protección a las víctimas y la reactivación del Observatorio Estatal sobre la Convivencia Escolar.

No debe olvidarse la incidencia de los recortes en esta comunidad, donde desde 2010 se han perdido unos 7500 docentes, que junto con la falta de inversión en los últimos años, la reducción de recursos, la deficitaria atención a la diversidad y otras medidas adversas han añadido presión al profesorado y, en consecuencia, su estado anímico y psicológico ha empeorado. Muchos docentes se resignan con las situaciones problemáticas y, aunque les provoquen estrés o ansiedad, adoptan la postura del “profesor plastilina”, para que los problemas no se agraven con denuncias o enfrentamientos con padres, alumnos o Administración.

Seguiremos trabajando para mejorar la consideración social de los docentes, hacer llegar a la ciudadanía la realidad diaria de los centros educativos y poner de relieve la importancia de la educación como uno de los pilares de nuestra sociedad, que revierte en la formación académica y humana del alumnado.