En algunas Delegaciones Diocesanas de Enseñanza se hacen pruebas de acceso.
Quien propone a los maestros de Religión Católica es el obispo, a través del delegado diocesano de Enseñanza. Para esto, es necesario acudir a la Delegación Diocesana de Enseñanza de cada Diócesis, entregar el currículum vitae con las titulaciones indicadas anteriormente y tener una entrevista.
La Delegación Diocesana de Enseñanza correspondiente realizará los llamamientos para las sustituciones o plazas que cubrir, cuando sea necesario.